HUMOR FILOSÓFICO

El Gallo

El Gallo (Rafael Gómez Ortega),

fue un torero español

muy famoso, hermano del

más famoso aún Joselito, que

se relacionaba con lo mejor

de la sociedad de su tiempo.

Cierto día alguien quiso presentarle

a Don José Ortega y

Gasset y al preguntar quién

era este señor le contestaron

que era el más eminente filósofo

español del momento.

Entonces, el matador pidió

que le explicaran en qué consistía

su profesión. “Los filósofos

se dedican a pensar” le

contestaron. Asombrado, el

Gallo contestó “Hay gente

pa' tó”.

martes, 12 de enero de 2010

EL DERECHO A ELEGIR

  Como para todo, en este país, somos
muy polémicos. Aunque esto no tiene
por qué ser malo. El problema es que
nuestra predisposición para todo es
siempre la misma: “yo con eso no estoy
de acuerdo”. Los españoles somos a ve-
ces tan cerrados, tan temerosos al cam-
bio, que ante un atisbo de tal, nos afe-
rramos al “no estoy de acuerdo”, algo
que sin duda no entiendo, ya que, si de
antemano, niegas algo y no dejas que
surja, que se desarrolle, no podrás des-
pués lamentarte o alegrarte de sus con-
secuencias.
  Todo esto se me viene a la cabeza a
causa de la muy polémica y ya aprobada
reforma de la ley del aborto. Sin duda,
Ésta ha sido la reforma que más polémi-
ca ha suscitado de todas las que ha
aprobado el actual gobierno de España.
Pero, ¿por qué? Las tendencias al res-
pecto han sido, por un lado, por parte
de los grupos pro-vida y la Iglesia, prin-
cipalmente, que es un asesinato, que se
están matando vidas inocentes, es decir,
oposición total a la ley y, más aún, a la
reforma; y, por otro lado, que es otro
derecho cualquiera que la anterior ley
sólo permitía en una serie de casos
(cuando existía riesgo para la salud de la
madre, violación y taras graves para el
feto). Con lo que, para estos últimos,
esta ley necesitaba un inminente cam-
bio, una reforma.
  Pero, igualmente, existe una tendencia
más central a favor del aborto, pero no
de todo lo que permite la nueva refor-
ma, ya que ven como principal contra el
hecho de permitir a menores de edad
abortar sin el permiso de sus correspon-
dientes tutores legales. Con lo que para
ellos toda mujer debe tener este dere-
cho, incluidas las menores de edad, aun-
que estas últimas con el consentimiento
de sus padres, por la simple razón de
que, al igual que son menores de edad
para unas cosas, y necesitan el permiso
de sus padres, por ejemplo, para operar-
se o casarse, también deberían tenerlo
cuando quieran abortar.
  Esta revuelta que se ha formado no es
nueva, ya que cuando se legalizó por
primera vez y se aprobó la ley del aborto
que hasta hace unos meses estaba en
vigor, ocurrió lo mismo. Lo que más me
sorprende es que ahora, que lo que se ha
aprobado es una reforma a la anterior
ley, se haya formado toda esta polémica
de aborto si, aborto no, y no antes, es
decir, durante el período que ha estado
en vigor tal ley, incluyendo las dos legis-
laturas del Partido Popular, en las que
esta ley no sólo no se derogó sino que ni
siquiera se planteó su modificación. Ade-
más, tampoco podemos “cerrarnos en
banda” e ilegalizarlo totalmente, ya que,
quieran o no todos los que han dicho “no
al aborto”, éste va a seguir ocurriendo, y
si no está legalizado será mucho peor.
Con lo que no seamos tan reticentes al
cambio y esperemos a que tal ley se lleve
a cabo en el día a día, y tenga sus conse-
cuencias, y entonces los hechos que ocu-
rran nos servirán de razones para confir-
mar el que estemos o no de acuerdo con
ella.
            
     Vicente Roca Agujetas (2º BCyT)

1 comentario:

  1. Jorge Jimenez Sánchez 2ºBCyT29 de enero de 2010, 23:03

    Respondiendo a Vicente, yo creo que los españoles, en su gran mayoría no somos tan reacios a los cambios, debido a que la política española no está tan dividida como antes. Lo que pasa es que hay una rivalidad entre partidos, es decir, cuando está uno en el gobierno, sea el que sea, el de la oposición va siempre en contra de todo lo que propague, aunque le interese al mismo partido, el partido en el poder.
    En el caso del aborto, hay muchas posturas acerca de ésta, pero mi mayor contradicción, es esa reforma o llamémoslo cláusula, que permite a las menores de edad abortar sin el consentimiento de sus padres. Como dice Vicente, para casarse y hasta para ir a una simple excursión deben tener autorización y para este tema tan, llamémoslo peliagudo, no.
    Por lo que mi opinión, aparte de que esté a favor o no del aborto, es que esa cláusula de libertad para las menores de edad en el aspecto de abortar no se debería de seguir proyectada, ya que es una medida exagerada y que no tiene ningún sentido ético.

    Jorge Jiménez Sánchez 2ºBCyT

    ResponderEliminar