HUMOR FILOSÓFICO

El Gallo

El Gallo (Rafael Gómez Ortega),

fue un torero español

muy famoso, hermano del

más famoso aún Joselito, que

se relacionaba con lo mejor

de la sociedad de su tiempo.

Cierto día alguien quiso presentarle

a Don José Ortega y

Gasset y al preguntar quién

era este señor le contestaron

que era el más eminente filósofo

español del momento.

Entonces, el matador pidió

que le explicaran en qué consistía

su profesión. “Los filósofos

se dedican a pensar” le

contestaron. Asombrado, el

Gallo contestó “Hay gente

pa' tó”.

lunes, 20 de abril de 2009

LA EUTANASIA

La eutanasia es todo acto cuya responsabilidad recae en personal médico o en individuos cercanos al enfermo, y que ocasiona la muerte inmediata de éste con el fin de evitarle sufrimientos insoportables o la prolongación de su vida artificialmente. ¿Es justo que alguien que desea morir no pueda hacerlo? Las personas que solicitan la eutanasia tienen plenas facultades de decisión.
Son personas adultas que se sienten mal por depender de otras personas cuando no tienen ninguna esperanza ni ilusión por vivir. Por tanto, en mi opinión, se les debe conceder la eutanasia a aquellas personas que lo soliciten, siempre y cuando sea un caso justificado. Reflexionemos: cualquier persona que decida no seguir con su vida puede suicidarse, sin embargo, ¿qué ocurre con aquellas personas que se encuentran en estado vegetativo?
Por sí mismas no pueden suicidarse, necesitan la ayuda de alguien. Si deciden morir, ¿por qué no se lo permiten? En primer lugar, el paciente tiene derecho a su autonomía, incluso a rechazar procedimientos diagnósticos, tratamientos o alimentación; en segundo lugar, el paciente tiene derecho a decidir si quiere que el tratamiento médico de apoyo vital se abandone o no se empiece. En definitiva, y por encima de todo, está la dignidad del paciente y su derecho a que se respete su intimidad. Sería lo más justo que el paciente pudiera morir con dignidad y que su decisión fuera respetada, puesto que para mí vivir es algo más que estar tumbado en una cama sin poder moverse, vivir es poder disfrutar y por supuesto vivir es desear seguir viviendo. En la constitución española se recoge el derecho a una vida digna, y yo me pregunto: ¿debería existir el derecho a una muerte digna? ¿Por qué no existe? Simplemente porque los partidos políticos están muy condicionados por el poder eclesiástico que en ningún momento va a aceptar este derecho. ¡¡¡POR EL DERECHO A LA VIDA Y A LA MUERTE!!!
Irene Gallardo Gómez (2º BSO)

6 comentarios:

  1. Mª Rosario Prados20 de abril de 2009, 13:51

    Estoy muy de acuerdo con lo que ha escrito Irene Gallardo. Pienso que cada uno puedo decidir qué hacer con su vida. Si hay personas que quieren morir y se suicidan, ¿por qué no podemos ayudar a aquellos que también lo desean pero no pueden?, al fin y al cabo son personas que no están a gusto viviendo y no desean ver a sus familiares o gente cercana sufrir por verlas en su estado.

    Lo que se está planteando no es un asesinato, sino una liberación, un acto con el que el paciente es feliz, si es su deseo, ¿por qué no lo hemos de cumplir? Como bien ha dicho Irene son personas (la mayoría adultas) que tiene sentido común y saben lo que quieren. Otro caso muy distinto sería si el paciente no mostrase signos de entendimiento o razón, en ese caso si no ha dejado constatado antes que quiere morir, el asunto sería más polémico, pues no se sabría si en realidad es lo que quiere el paciente o sus familiares, pero es el caso que estamos tratando.

    La política se deja influir mucho por las opiniones religiosas y ha de tener en cuenta que España ya no es un país católico completamente, sino que en ella conviven más religiones e incluso personas no creyentes que también deben ser tomadas en consideración. La idea de que el suicidio es pecado no debería de influir en las decisiones del Gobierno, sólo tendría que tenerse en cuenta que se está tratando el caso de una persona que no es feliz viviendo, ni ella ni sus familiares, y que su deseo es morir, pero que debido a sus condiciones no puede quitarse al vida por ella misma y necesita la ayuda de los demás, que están dispuestos a hacerlo, pero que por miedo a las represalias legales no cumplen con el deseo del enfermo.

    En resumen, pienso que cada uno es libre de hacer con su vida lo que quiera, y que si el deseo de alguien es morir, no veo por qué no puede cumplirse por el mero hecho de que no sea ella quién se quite la vida, sino que sea otra, la cual tiene el consentimiento del enfermo. Según la Constitución, todos tenemos los mismos derechos, pero esto parece ser que no se cumple en este ámbito…

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  2. No me parece correcta la idea que plantea de que las personas que sufren enfermedades dependan de otras para poder llevar una vida "adecuada" para vivir sabiendo que no poseen las facultades necesarias para depender por sí mismos, por lo que les disminuyen los niveles de satisfacción, las ganas de vivir hasta el punto en el que pierden la esperanza y caen en un profundo hoyo de sufrimiento.

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  3. Alfonso Gregorio Velázquez Delgado21 de abril de 2009, 16:09

    Yo estoi de acuerdo con Irene ya que la eutanasia de le debería autorizar a toda aquella persona terminal que está sufriendo, no sólo ella, sino toda su familia y todas las personas que le rodean.
    Esta persona que la solicita está aburrida de que le tengan que estar siempre encima de ella para todo lo que otra persona normal podría hacer sin dificultad alguna. Y qeu sólo desea aliviar su sufrimiento y de todos aquellos que le rodean.

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  4. María del Carmen Falcón Ruiz 2º BHU22 de abril de 2009, 21:02

    Yo creo que la eutanasia es algo ni bueno ni malo sino algo que debe ser elegido y juzgado sólo y exclusivamente por el enfermo que lo desee ya que nadie merece que lo maten así como así y sin previo consentimiento, pero tampoco merece sufrir indefinidamente hasta que la muerte decida llevárselo.

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  5. En mi opinión yo también estoy de acuerdo con el artículo de Irene, porque una persona que no está en condiciones de vivir, si lo quisiera podría pedir la eutanasia, todo el mundo tiene el derecho a seguir viviendo si quiere o no. Por supuesto, la familia tendría que saberlo y que fuera una situación adecuada a su decisión. La verdad, alguien que se encuentre en esa situación, no es vivir. Por este motivo, si realmente está decidido a no seguir en esas condiciones, pues que la solicite, sería lo más justo para esa persona y para sus familiares.


    Juani Segura Figueras.

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  6. Irene Amaya Martín 2º BHU23 de febrero de 2010, 18:05

    Yo estoy de acuerdo con Irene, ya que una persona tiene derecho a decidir si quiere vivir o no, y más cuando esa persona se encuentra enferma y esta condenado a vivir el tiempo que le quede de vida en una cama sin poder moverse y dependiendo de otra persona, porque yo creo que la independencia es algo que caracteriza mucho a los humanos, y en el momento que la perdemos ya somos preso y no somos capaces de seguir hacia adelante.Le doy la enhorabuena a Irene porque me parece uno de los mejores artículos publicados en todas las ediciones de la revista pensamiento.

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