Los seres humanos necesitamos ingerir, además del agua, que es vital, alimentos variados y equilibrados. La razón es que no existe un único alimento que nos proporcione todos los nutrientes para mantenernos con salud, por eso debemos consumir regularmente una serie de alimentos (dieta) que nos proporcionen las cantidades adecuadas de nutrientes. La base de una buena nutrición reside en el equilibrio, la variedad y la moderación de nuestra alimentación, pero la alimentación cotidiana es a menudo desequilibrada, desestructurada y a esto se le suele unir una vida cada vez más sedentaria (carencia de ejercicio). Ya, desde hace 2400 años, se conocía la relación entre la alimentación y la salud: Hipócrates afirmaba que nuestra alimentación era nuestra medicina. Se sabe que los factores alimentarios están asociados a enfermedades como la diabetes, la obesidad y muchas otras. La mala alimentación, sumada a los trastornos psicológicos, suele ser la causa de diversas enfermedades como la obesidad, la anorexia, la depresión; por ello, la malnutrición sigue siendo, aún ahora, un problema muy importante de la salud pública. Estos problemas afectan principalmente a los adolescentes y con mayor frecuencia a las mujeres. Generalmente, se inician con la práctica de dietas muy estrictas para bajar de peso hasta que el deseo de adelgazar y el control de la comida se transforman en la única preocupación. Hay diversos factores que favorecen su desarrollo: la baja autoestima, la dificultad para resolver determinados problemas, dificultades en las relaciones familiares, modelos de belleza muy delgados que aparecen en los medios de comunicación… Para prevenir este problema se reco-mienda tener una alimentación saludable y equilibrada, aprovechar el momento de las comidas para el encuentro y el diálogo con la familia o con los amigos, no utilizar los alimentos como consuelo ni emplearlos para premios o castigos, practicar ejercicios que sean divertidos, valorar el ser interior y la salud, y, sobre todo, no vivir en función de la imagen del cuerpo.
Alfonso Gregorio Velázquez Delgado (2º BCyT)
Me parece que hoy en día la población lleva un mal estilo de vida, en la alimentación comen muchas grasas saturadas, mucha bollería industrial, y sobre todo no hacemos deporte, por lo que la población está cada vez más obesa y tenemos que darnos cuenta de que tenemos que cambiar y empezar a mejorar nuestra salud con una alimentación sana que nos beneficie y algo de deporte que nos satisfaga en todos los sentidos, y así cambiar a la población.
ResponderEliminarPienso que una alimentación sana es fundamental si queremos crecer sin ningún tipo de problemas de salud. Una alimentación sana es muy fácil de explicar pero muy difícil de llevar a cabo.
ResponderEliminarMuchas veces no valoramos la importancia de la alimentación, y eso a la larga puede pasarnos factura.
La comida es la gasolina de nuestras células y nuestras células se encargan de hacernos funcionar, pensar, caminar, movernos, comer,... Si la alimentación es deficiente, nuestro cuerpo no va a estar sano y nos costará realizar todas las funciones cotidianas.
Por todo eso es fundamental tener una alimentación sana para crecer fuertes y sanos.
Llevar una alimentación sana y equilibrada es fundamental para disfrutar de un buen estado de salud, sin embargo, estilo de vida moderno: las prisas, el trabajo, la familia, el sedentarismo, el estrés …
ResponderEliminarInfluyen negativamente en nuestra alimentación provocando ciertos trastornos relacionados con la alimentación como obesidad, anorexia, bulimia, depresión etc. Además somos bombardeados continuamente por los medios de comunicación con nuevos cánones de belleza (extrema delgadez). Otro de los factores que influyen en los transtornos alimentarios son la baja autoestima, problemas familiares o amigos etc.
En definitiva, hay que llevar una buena alimentación, practicar ejercicio regularmente, no dejarse persuadir por los medios de comunicación y la sociedad y disfrutar de la compañía de la familia y los amigos.