
La amistad es una relación de afecto y confianza entre las personas y el amigo es el ser querido. En la vida, existen dos tipos de amigos, los primeros son aquellos con los que te diviertes mucho, te ríes, a los que de vez en cuando les confías algo y viajas con ellos; éstos son fáciles de hacer, por eso tenemos muchos. El problema es que cuando no tienes ganas de reír sino de llorar, ellos no suelen estar ahí, no por negarse, sino porque uno mismo sabe que no son esa clase de amigos. Los segundos, reúnen muchas características de las nombradas arriba, pero son gente en la que puedes y quieres confiar, son amigos que dan ese plus tan importante; gente que sabes que más que juzgarte por tus palabras, se preocupan por ti, que te dan un consejo y están contigo cuando estés mal física o anímicamente. Éstos no son tan fáciles de hacer, porque así como es difícil encontrar quien le huya a la alegría de la banalidad, también es difícil encontrar quien no le dé la vuelta a los problemas del otro. Ninguno de estos amigos es bueno o malo, o mejor que el otro, pues como todos, cumplen una función; pero los segundos suelen ser más entrañables, los que echarás de menos o llorarás cuando no estén y, sobre todo, los que sabes que van a llorar el día que no estés. (Dedicado a Francisco Javier García Zambrano).
Francisco Reyes Laredo (2º BSO)