HUMOR FILOSÓFICO

El Gallo

El Gallo (Rafael Gómez Ortega),

fue un torero español

muy famoso, hermano del

más famoso aún Joselito, que

se relacionaba con lo mejor

de la sociedad de su tiempo.

Cierto día alguien quiso presentarle

a Don José Ortega y

Gasset y al preguntar quién

era este señor le contestaron

que era el más eminente filósofo

español del momento.

Entonces, el matador pidió

que le explicaran en qué consistía

su profesión. “Los filósofos

se dedican a pensar” le

contestaron. Asombrado, el

Gallo contestó “Hay gente

pa' tó”.

martes, 25 de mayo de 2010

EL CLAN DEL OSO CAVERNARIO

Cuando Ayla mira en el agua del
río descubre algo extraño, algo que
jamás había visto antes, se había visto
el rostro por primera vez, se había descubierto
físicamente, se había reflejado
y descubrió que era diferente.
Cuando vi la escena fui yo quien
me sentí reflejado con la protagonista,
ahora era yo quien miraba al agua, pero
no veía un rostro sino el reflejo del
clan; reflejo que me resultó conocido,
el clan donde Ayla había sido acogida
se parecía mucho a nuestra sociedad
actual, guardaba muchas semejanzas
como por ejemplo la sociedad en la
que cada uno tiene una función, el uso
de las plantas medicinales, la creencia
en los dioses, el uso de las matemáti-
cas, la pesca, la caza, la comunicación
gestual y verbal aunque esta última estuviera
poco desarrollada, el acto de
enterrar a los muertos, considerar la
figura masculina superior a la femenina,
y por último, lo que más me sorprendió,
el rechazo a lo desconocido.
Es aquí cuando vemos lo poco que
ha evolucionado la sociedad en muchos
aspectos, como por ejemplo el miedo a
lo desconocido; es increíble que hace
millones de años nuestros antepasados
pudieran sentir lo mismo que nosotros.
Si nos centramos en esto, somos iguales
a ellos y podemos pensar que evolucionamos
a pasos agigantados en unas cosas
y vamos caminando con pasos de tortuga en otros.La manera de actuar del clan es
muy similar a la nuestra. Cuando alguien
desconocido nos supera sentimos
celos y como seres egoístas nos
aprovechamos de las nuevas cualidades
que muestra dicho sujeto, pero
después de aprovecharnos volvemos a
equivocarnos y caemos otra vez en el
rechazo, un rechazo que está condicionado
por nuestra sociedad, por
nuestra cultura.
La película muestra muy bien las
diferencias entre los clanes, que hoy
serían las diferentes culturas. Las culturas
son como individuos, cada uno
evoluciona de manera diferente pero
todas pasan por las mismos procesos,
cada cultura busca su fin, su camino, y
en esta división además de hacernos
ver qué nos hace más débiles, nos
hace creer que lo que nosotros pensamos
es lo más cierto.
Al final, como la evolución de los
clanes sigue pasos diferentes es imposible
la convivencia, si no hay adaptación
por parte de uno.
Cuando la protagonista Ayla dejó
de mirar al agua perdió su reflejo, la
película siguió su curso y cuando terminó
yo también perdí el mío, miré a
mi alrededor y pensé que las historias
y la vida no son más que un reflejo
que continuamente cambia de medio.

Jesús Rodríguez Baños
(1º BCyT)

1 comentario:

  1. En mi opinión estoy de acuerdo con él.
    La película refleja muy bien la situación de la sociedad ahora y antes y de que al mismo tiempo que tú ves la película es como si la vivieras y te metieras dentro de ella.
    La verdad es que la película te enseña mucho.

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