HUMOR FILOSÓFICO

El Gallo

El Gallo (Rafael Gómez Ortega),

fue un torero español

muy famoso, hermano del

más famoso aún Joselito, que

se relacionaba con lo mejor

de la sociedad de su tiempo.

Cierto día alguien quiso presentarle

a Don José Ortega y

Gasset y al preguntar quién

era este señor le contestaron

que era el más eminente filósofo

español del momento.

Entonces, el matador pidió

que le explicaran en qué consistía

su profesión. “Los filósofos

se dedican a pensar” le

contestaron. Asombrado, el

Gallo contestó “Hay gente

pa' tó”.

jueves, 18 de marzo de 2010

AQUELLOS…

La pobreza es un tema al que no le

damos tanta importancia como la que
realmente se merece. Sí, todos decimos:
“Pobrecitos (qué irónico), no tienen
nada para comer, se mueren mil
millones de pobres a lo largo del año y
ciento cincuenta millones de niños no
tienen ni agua…” Pero realmente,
¿habéis empezado a rumiar sobre lo
que realmente acarrea la pobreza?
Centrémonos en casos extremos y
pesimistas de África:

A los africanos se les utiliza como
conejillos de India, experimentan con
ellos como si fueran ratas, pero claro,
no tienen cultura y con un poco de
dinero basta para engañarlos. Ponte
en el lugar de que tu familia te entrega
a un señor porque le han prometido
un futuro mejor en otro país, y

experimentan contigo. ¿Es triste verdad?
Pues sucede, lo que ocurre es
que como no vivimos en un país tercermundista
no nos damos cuenta de
lo que sucede en realidad. Tenemos
todo tipo de lujo a nuestro alcance y
aún así anhelamos más, la sociedad
caprichosa y egoísta nos tiene corroídos
y engañados.

Cuando observas imágenes de pobres,
van vestidos con harapos, o simplemente
no llevan nada y nosotros
nos preocupamos por tener una camisa

de marca, un abrigo de pelo, unos zapatos
carísimos y además horrendos
pero que están de moda, que conste.
¿Qué preocupación, verdad? ¿Qué me
pongo hoy?

Llegamos a nuestra casa y nos tienen
preparado un puchero recién
hecho, humeante, encima de la mesa, y
cuando lo vemos decimos: ” ¡Bah! Los
garbanzos no me gustan”. Acto seguido
se hace otro plato de comida. En
primer lugar, ellos llegan a su choza y
comparten un trocito de pan para la
familia, acompañado de la `deliciosa´
agua que mana de sus ríos tan fértiles,
que incluso han tenido que recorrer
kilómetros para conseguirla. No obstante,
nosotros abrimos el grifo llenamos
la bañera hasta que rebose y nos

bañamos y después tiramos el agua,
pero total si a nadie le importa que el
agua se derroche… ¡Mientras que tú
vivas bien!

Hay que ver que te caes y te hincas
un hierro oxidado y para que te vacunen
tienes que ir al hospital y esperar
una cola de cinco horas, y todo esto
para que te inyecten la vacuna del tétanos.
Ahora, sitúate en África. ¿Hay
asistencia sanitaria ?
¿Dónde hay más índice de s i d a ?
 
¿Te vacunan? Pero, para qué los van

a vacunar si cada día se muere uno,
están enfermizos, uno más o unos
menos, nadie lo va a notar…
¡Mientras que no me muera yo!

¿Quién entra en las minas de coltán
para extraer minerales por un
par de euros la doble jornada?... ¿Los
niños americanos?

Podría rellenar páginas y páginas
criticando los países desarrollados.
Ponte en su lugar, África está marginada
y olvidada, es un CONTINENTE
sin futuro, donde viven en situaciones
precarias. Hay miles de personas
que se juegan la vida cruzando el mar
con una barquita para construir su
futuro, tienen que emigrar. Algunos
consiguen cruzar la costa casi moribundos
acariciando su último halo de
vida. Esperanzados, consiguen sus
papeles para residir en cualquier país
y va un impresentable que no ha movido
ni un dedo, ni una neurona en su
vida y dice así: “Y los negros éstos
que vienen de África a quitarnos el
trabajo…” ¡Vendiendo pañuelitos!
¿Tú harías eso?

Lo más triste de todo es la indiferencia
y que muchas veces los más
pobres son los más solidarios, los que
nos enseñan a ser sencillos y vivir
con lo esencial, a ser generosos y a
entender la vida con un sentido de
alegría, sin esperar nada a cambio…
¿Nos damos cuenta que en el primer
mundo, estamos colaborando con la
injusticia de dos de cada tres habitantes
del planeta?

Lucía Ortega Ramos
(1ºBCyT)

2 comentarios:

  1. Manuel Carlos Pérez Rodríguez8 de abril de 2010, 13:33

    Yo respecto a la diferencia entre los países desarrollados y subdesarrollados, pienso que es vergonzoso como equipos de futbol como el Real Madrid o el FC Barcelona tienen más dinero que un pais africano.
    A mí me gustaria que todos nosotros, incluso los que no tenemos un dineral en casa nos pusieramos en su lugar un mes aunque sea. Me gustaria ver a gente como Carmen Lomana, Cristiano Ronaldo,...y muchos más que las servilletas que usan son de 500 €, viviendo en África, recorriendo kilómetros para conseguir agua y teniendo que compartir un pequeño trozo de pan.
    Respecto a la asistencia sanitaria también me da vergüenza que aquí estamos muy bien y la gente se queja de que hay que esperar mucho tiempo en los hospitales, que la seguridad social de España es nuy mala,etc.
    Como me gustaría poder oir a algún africano quejarse de que su seguridad social es mala o de que tienen que esperar mucho en los hospitales. Y lo más vergonzoso sin duda es que haya africanos que se juegan la vida en pateras y que haya gente que los critique de que vienen a quitarles el trabajo. Pues el que critica eso seguro que no lo pasa tan mal como los africanos.
    En conclusión, me encantaría ver a cualquier ricachón en África aunque sea un mes, y entonces sabrá lo que es sufrir y no que se rompa una uña.

    ResponderEliminar
  2. Vemos tanta pobreza en el mundo sin entender el porqué de ello. Pero creo que si pensamos un poco puede ser por lo bien que viven los ricos que malgastan el dinero en cosas innecesarias para la vida, lo bien que vive la iglesia (nunca he comprendido porque un señor que mande en toda la iglesia tenga tantos lujos), los jugadores de futbol que compran coches que valen millones o la cantidad de dinero invertido en investigaciones de fármacos adelgazantes en vez de proporcionar ese dinero a investigaciones más necesarias para los países subdesarrollados. La vida es injusta, unos tienen mucho y otros se mueren de hambre, ¿Porque esto no se puede solucionar?

    Mª Soledad Fernández de los ríos López

    ResponderEliminar