HUMOR FILOSÓFICO

El Gallo

El Gallo (Rafael Gómez Ortega),

fue un torero español

muy famoso, hermano del

más famoso aún Joselito, que

se relacionaba con lo mejor

de la sociedad de su tiempo.

Cierto día alguien quiso presentarle

a Don José Ortega y

Gasset y al preguntar quién

era este señor le contestaron

que era el más eminente filósofo

español del momento.

Entonces, el matador pidió

que le explicaran en qué consistía

su profesión. “Los filósofos

se dedican a pensar” le

contestaron. Asombrado, el

Gallo contestó “Hay gente

pa' tó”.

sábado, 24 de octubre de 2009

UN NUEVO CURSO (2009-2010)


Un año más, un curso más. Tantos momentos vividos, y tantos por vivir; tantos amigos encontrados, y tantos por descubrir; tantas cosas aprendidas, y tantas por aprender…


Mis amigos y yo nos enfrentamos a un reto difícil, se acaba bachillerato, y con él, unas de las mejores épocas de nuestras vidas. Hemos sufrido, hemos llorado, nos hemos desesperado…, pero luchamos, nos apoyamos y hemos vencido juntos.

Para mí ha sido un curso muy especial. Desde el primer momento sentí que éramos uno, una piña, y es que siempre he podido contar con cada uno de mis compañeros y compañeras a lo largo de un año magnifico, y en especial con dos de ellas, y así espero continuar un año más, el último y el más especial. ¿Sabéis lo que es sentarse a principio de curso con dos desconocidas y que marquen tu vida para siempre?

Yo lo he comprobado en mi propia piel, y puedo decir que es uno de los regalos más bonitos que me han hecho en mi vida, y me lo ha dado el destino… y este instituto.

A veces, vemos el instituto como una cárcel, un lugar al que nos obligan a ir o al que tenemos que asistir si queremos labrarnos un futuro. Pero… ¿sólo es eso? Para mí este último año ha sido mucho más, ha sido el lugar donde he conocido a los mejores amigos del mundo, donde me he reído más que nunca, he disfrutado, compartido momentos y experiencias inolvidables, donde he crecido, madurado, aprendido y abierto los ojos, donde he conocido personas que me han marcado, ayudándome a superarme, a seguir para adelante, a ser mejor persona conmigo misma y con los demás. He aprendido lo que es el compañerismo, el valor, el apoyo, la superación, el esfuerzo, la satisfacción, la admiración, el respeto, la educación, el amor y la amistad. Se puede decir que me he formado como persona, y es que he tenido muy buenos “profesores del vivir” que me han pulido y me han hecho ser lo que hoy soy.

Sólo escribo esto para dar las gracias a todas esas personas, gracias por enseñarme lo que hay detrás de la realidad y de la apariencia, por enseñarme a vivir. Gracias a todos mis amigos, porque son increíbles y únicos; y a mis profesores, porque son los mejores del mundo y juntos hemos demostrado la teoría más importante: la amistad es un alma que habita en dos cuerpos y un corazón que habita en dos almas, y en este caso, un alma que habita en una clase y un corazón que habita en todos.
¡Somos el alma de nuestro bachillerato de ciencias!

Mª Soledad Molina González (2º BCyT)

2 comentarios:

  1. Felipe Delgado Domínguez11 de noviembre de 2009, 13:14

    Estoy totalmente de acuerdo en que hay personas que piensan negativamente en el centro como si fuese una cárcel, que están atrapados 6 horas diarias sin poder salir, trabajar mucho con un mínimo descanso, es decir, una misma rutina que hace que te sientas infeliz y desdichado, pero yo creo que estas personas están equivocadas, ya que yo pienso en el centro como un lugar de estudios en el que intentan enseñarte, te ayudan a tener un futuro digno, comprender el medio que te rodea y, en general, a ser personas.

    ResponderEliminar
  2. Antes que nada, decir a la autora del artículo que me ha conmovido demasiado, llevo dias con la revista en mi carpeta y todavía no me había parado a leerla.

    Bueno, pues que opinar, que yo también he pasado por la misma situación que ella y sin saber a lo que me enfrentaba, tras mi primer año de bachillerato llegué a pensar que tiraba la toalla pero cuando empecé mi segundo año de bachillerato dos personas que fueron la cabeza de una bandada de gansos salvajes me hicieron reflexionar y descubrir que años malos los tiene cualquiera y pasé a pensar en todo el tiempo que llebaba aprendiendo y haciendo vida social, conociendo gente nueva, entonces decidí que debía seguir que sí, que realmente todos somos una piña y personalmente yo y estas dos personas, nos apoyamos, nos ayudamos, nos consolamos, nos reimos, y si una está mal, las otras dos la alegran nunca podemos decaer y ese es el magnífico propósito al que nos enfrentamos.

    He aprendido que...¡sí, que somos el alma de nuestro bachillerato!

    Frasqui Nieto Ruiz

    ResponderEliminar